jueves, 20 de febrero de 2025

Las botas me hacen daño.


- Pueden haber muchas razones por las que tus botas te hagan daño, aunque normalmente sea por que son nuevas, o bien, te las has comprado muy justas. He aquí mi primer consejo, procura comprarlas una o dos tallas más grandes. Esto ya es más viejo que los martillos.

Lo normal es que el dolor surja entre los dedos de los pies, en uno de ellos o en el talón. También hay casos de gente que se ha quejado de dolor plantar o en el empeine. Tampoco hay que descartar que se padezca algún tipo de lesión, y para eso, visita médica.

Cuando hablamos de calzado nuevo, la solución pasa por el típico desgaste. Lo que yo solía hacer es jugar un rato con las botas nuevas y luego calzarme las viejas. Pueden pasar días, semanas o meses, pero al final te amoldas a tus nuevas armas del balón. A veces es necesario entrenar duro con el nuevo calzado para lograr que se adapte al pie. Debemos tener en cuenta, que los futbolistas ya avanzados empiezan a tener ciertos dolores crónicos. 

Existen otros remedios caseros, como ponerse tiritas o ablandar zonas con pequeños paños. También es válido ponerse calcetines encima de las medias o usar medias gordas. Estos métodos también sirven para que la bota se dé un poco de sí, mientras protegemos un poco la zona afectada. 

En otras búsquedas por mejorar esto te encuentras con los tratamientos químicos, paños de agua tibia, papeles de periódico para reforzar, estirar el calzado constantemente... Algunos de estos métodos los utilicé, pero siempre acabé con el bote de Reflex para aliviar los dolores post-partido. Lo del uso del spray es también algo más antiguo que la pana, pero eso nos hacía algo. 



- Por último, y no peor consejo, recomiendo que se estudie bien el calzado a la hora de comprar. No con esto quiero decir que nos vayamos a lo más caro. A veces, incluso las marcas más potentes fallan. Si no es cuestión de haber cogido una talla muy ajustada, mi consejo es que se devuelva el material de la misma y se pruebe con otro calzado. Mientras no pasen demasiados días, hay solución. Si no estamos conformes con el producto tenemos derecho a la devolución. 

En la imagen anterior tenemos un caso de botas que funcionaban muy bien, eso sí, no sé si siguen comercializándose. Estas botas de la marca Cejudo fueron aquellas con los que muchos niños de los ochenta \ noventa dimos los primeros pasos. Os lo digo muy en serio, era muy raro que las Cejudo nos hicieran daño.


Todo esto que quede en casa, ya sabéis.   

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